pactos antes de nacer

Pactos antes de nacer

Antes de cada encarnación debemos realizar cuidadosos preparativos y pactos antes de nacer junto con nuestros Guías Espirituales.

El alma del bebé antes de venir al mundo terrenal.

En primer lugar, se escoge un lugar adecuado sobre la Tierra en términos de país y comunidad

Esta será la base que brindará el apoyo económico y social adecuado para las lecciones que se deberán aprender.

En segundo lugar, los padres se escogen con igual cuidado para que puedan brindar el medio adecuado para el aprendizaje y el crecimiento del alma.

Pueden ser “viejos amigos” con quienes uno tuvo una conexión cercana en vidas pasadas, quizá ser miembros del mismo Grupo de Almas.

En tercer lugar, se planifican los sucesos esenciales y los ‘lugares de encuentro’ para que ocurran en diversos momentos de nuestra próxima vida.

Los pactos antes de nacer incluyen sucesos que brindarán las oportunidades de aprendizaje necesarias para las lecciones específicas que se deben aprender en cada encarnación.

Y, finalmente, se escoge astrológicamente el momento exacto del nacimiento para proveer las influencias planetarias correctas para esa próxima vida.

No solamente escoges el cuerpo en el que vas a reencarnar, los padres que te van a concebir, las influencias planetarias bajo las cuales vas a nacer, el país en el que vivirás, tu modo de vida y la persona con quién te casarás.

En los pactos antes de nacer también escoges el momento de tu muerte y la manera en que vas a morir.

Los principios básicos de preparación para la encarnación: los pactos antes de nacer

La elección de nuestras vidas por anticipado, basados en las lecciones por aprender y las pruebas por las que habremos de pasar, es confirmada por muchos maestros y guías de forma consistente.

Este proceso es descrito de nuevo por Ripley Webb en el libro “Full Cycle”.

El alma que ha decidido encarnar ya le ha preguntado y ha obtenido respuesta de las almas de sus padres escogidos. Ellos son de sus primeros pactos antes de nacer.

Antes del tiempo de la concepción, porque el nuevo ser sabe cuándo va a ser concebido, se acerca con su cuerpo astral al aura de la Tierra, y en particular, a las auras de sus padres.

Espera en esa forma Astral el momento de su concepción.

Observa a sus futuros padres conforme viven sus vidas en el Plano Físico.

Gracias a los pactos antes de nacer, en el momento de la concepción, las tres almas se unen en el Plano Astral.

Es como una reunión, un momento de celebración.

Pero hay muy pocas personas sobre la Tierra que estén conscientes de esto.

Una pequeñísima fracción del alma que va a nacer más tarde reside dentro de la semilla de aquella unión.

Durante los siguientes meses, a medida que el cuerpo del feto crece dentro del vientre de su madre, de la misma manera una pequeña fracción del alma empieza a aumentar hasta que, en el momento del nacimiento, una séptima parte del alma está ya en el cuerpo del bebé.

En el momento del nacimiento, conforme el bebé abandona el aura de la madre y se le corta el cordón umbilical, desde el éter le llega a ese infante la Chispa Divina del Alma que da energía al bebé y le inicia en su camino.

El alma empieza a cumplir con su destino y las lecciones por aprender entran en acción en ese momento.

Cada alma encarnada seguirá ahora su sendero individual a través de la vida, basándose en el guion previamente aceptado.

Aunque los detalles y el resultado final dependerán de las reacciones de esa alma y de su respuesta a los retos con los que se irá enfrentando.

Los pactos antes de nacer se pueden modificar en la experiencia de encarnación presente debido al libre albedrío que tenemos incondicionalmente.

Parto espiritual: ¿Qué sucede con el alma en el parto?

En el momento del nacimiento (la sincronización es parte integral de la misión del alma), el alma viene por la vía del parto espiritual, que es como un gran embudo.

Puedes pensar en este canal de parto espiritual como una espiral descendente de Dios.

Llega hasta el lugar donde se prepara la llegada del cuerpo físico del bebé.

El alma está totalmente integrada con el cuerpo en el momento del nacimiento, y una cortina de olvido se dibuja sobre el cuerpo de la memoria del alma en ese momento.

Entonces el alma ya no tiene la memoria llena de su preexistencia en el mundo celestial o en vidas pasadas.

Tiene este enorme potencial de la individualidad y el impulso de todo el cuerpo causal, de sus vidas anteriores, de los logros y los malos usos de la energía.

Pero afortunadamente, el alma no tiene que recordar que todo.

Se nos da, el don de la página blanca y limpia se crea una nueva oportunidad.

La Llama Trina y su relación con los pactos antes de nacer

Cuando el niño sale y el cordón umbilical no se corta, el bebé se puede colocar sobre el vientre de la madre y alimentarse con el pecho mientras el cordón está todavía unido.

Durante estos momentos el niño está haciendo el ajuste de haber sido alimentado y haber vivido fuera de la llama trina de la madre durante el período de nueve meses.

En este preciso momento del nacimiento, cuando el niño respira el aliento de la vida, la llama trina se ha encendido.

Ahora, su corazón está latiendo no como una filial del corazón de su madre.

Sino de su propio latido, del corazón conectado por el cordón de cristal a la Presencia YO SOY.

A partir de entonces hay ciclos de la plenitud del niño con una Luz cada vez mayor y una mayor Conciencia.

¿Sabías que son los hijos los que eligen a sus padres?

Si, efectivamente tu hijo te ha elegido para nacer de ti, ligando su alma a la tuya.

Durante un viaje prácticamente infinito, donde el tiempo carece de sentido, las almas viajan a través de experiencias que no llegamos a recordar, generando acuerdos previos a encarnar, para hacer de sus tránsitos los más enriquecedores.

Se dice que las almas unidas por la energía del amor suelen encontrarse vida tras vidas en sus caminos de evolución, ocupando roles importantes la una para la otra.

Carta de Mamá para liberar apegos tóxicos con los hijos

Un día como hoy llegaste a este plano a través de mí, no tendría palabras suficientes para decirte todo lo que ha sido esta experiencia, todas las emociones y sensaciones que han habitado en mí desde que supe que te encontrabas en mi barriguita.

Tú vas creciendo tan rápido, conservando intacta esa mirada que encierra inocencia, ganas de descubrir el mundo y sobre todo mucho amor.

Pero te digo que no vas creciendo solo, yo voy haciendo lo propio, porque tu tiempo de vida representa el periodo en el cual, por ensayo y error, me he desarrollado como madre.

Quiero que siempre recuerdes, más que cualquier otra cosa, que el propósito de la vida no es otro distinto a ser felices.

En tu camino habrá de todo; caritas tristes, caritas felices, pero solo tú decides cómo vivir, qué tomar para ti y qué dejar pasar.

Haz que tu balance sea siempre positivo, vive cada momento, sin ansiar un mañana.

No pierdas tiempo en nada que quite tu paz. Haz lo que haga vibrar tu alma y lo demás llegará por añadidura.

No dependas de nada, ni de nadie, la energía creadora reside justo en tu interior, tomando consciencia de ello, lo tienes todo.

Piensa bonito y tu vida será así, lo que anides en tu mente terminará haciéndose parte de ti, no solo en pensamientos, sino en vivencias.

Silencia tu mente de vez en cuando y escucha tu esencia, desde allí aclararás cualquier duda que puedas tener.

Sé agradecido, son los mejores cristales con los que podemos ver la vida, mientras más agradezcas por tus bendiciones, más llegarán a ti. Agradecer, es la mejor manera de pedir.

El amor trasciende mi peque y une a quienes se aman por toda la eternidad.

Te amo por sobre todas las cosas, sin condiciones, sin importar lo que hagas o dejes de hacer.

Agradezco infinitamente a la vida por darme la oportunidad de ser madre y en especial de ser la tuya.

Agradezco y honro nuestros acuerdos… esos que están grabados en nuestros corazones.

No te niego que no resulte tentador ponerte en una burbuja y protegerte de todo lo malo, lo que te pueda hacer sufrir, pero eso es limitarte, es quitarte experiencias y si me elegiste para este tránsito lo mejor que puedo hacer es amarte, apoyarte y respetarte.

No estoy para trazar tu camino, aunque me gustaría acompañarte en tus pasos.

Gracias por formar parte de mí, hijo amado.

Mi vida es mucho más hermosa desde que estás en ella.

Perdona mis errores, aquí voy aprendiendo a tu lado, pero dando lo mejor de mí para hacerlo lo mejor posible.

Me encantaría poder compartir contigo muchos cumpleaños más y seguir conociéndote y enamorándome cada día más de ti.

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Te invito a que veas este video donde profundizo un poco más en los pactos que hacemos antes de nacer.

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