¿Qué es la Ozonoterapia?
Contenido
La ozonoterapia es la aplicación de ozono médico mediante mínimas punciones o aplicación directa con fines terapéuticos para mejorar el funcionamiento de órganos y tejidos.
En este artículo la doctora María Luisa Benítez Contreras te explica cómo funcionan las ozonoterapias de la A a la Z.
El ozono, a causa de su alto poder oxidante, tiene una gran capacidad bactericida, antivírica y fungicida, ocasionando que si se coloca en el padecimiento (heridas, úlceras u órganos infectados), culmina los gérmenes patógenos, dado a su gran poder desinfectante.
Otro punto es, la acción antivírica y bactericida cuando tiene participación dentro del cuerpo de la persona, la tarea es distinta, porque el ozono, bajo estos parámetros, genera una oxidación de la envoltura externa de virus y bacterias por medio de los peróxidos que se constituyen, lo que provoca la muerte del germen.
La ozonoterapia es la aplicación de ozono médico mediante mínimas punciones o aplicación directa con fines terapéuticos para mejorar el funcionamiento de órganos y tejidos, tratando múltiples enfermedades, entre las cuales destaca su aplicación en pacientes con Pie Diabético.
La ozonoterapia es el empleo del Ozono Médico como medicamento biológico, apto y seguro para ser aplicado en el tratamiento de dolor crónico y de numerosas enfermedades, todas ellas en relación con el daño celular por exceso de radicales libres (estrés oxidativo).
Dado el interés creciente sobre esta técnica, la Federación Mundial de Ozonoterapia (WFOT) publicó en 2015 un texto científico dirigido a todos aquellos profesionales de la salud interesados en conocer la farmacología, la bioquímica y las utilidades del ozono médico.
La ozonoterapia o terapia de ozono es una combinación de ozono oxígeno medicinal que posee propiedades vitales cuando entra al cuerpo generando síntomas positivos que anteriormente con otros fármacos no se hubieran visto para diferentes enfermedades.
Es un tratamiento alternativo, que tiene como tarea principal activar el sistema antioxidante al bajar los radicales libres en el organismo (sustancias tóxicas), también de ayudar al metabolismo y por consiguiente a la calidad de vida de las personas.
A pesar de que el cuerpo humano posee su propio sistema de limpieza antioxidante, los radicales libres o sustancias oxidantes cuando sobrepasan el límite habitual, comienzan a brotar procesos inflamatorios, cansancio y baja oxigenación.
Por ende, el ozono es un antiinflamatorio poderoso, analgésico, inmunomodulador que favorece la oxigenación en todos los tejidos como pueden ser cerebro, riñón y corazón, como consecuencia de la baja concentración de radicales libres.
El ozono médico es una mezcla de bajas concentraciones de ozono con oxígeno medicinal.
Según el texto referido, éste debe ser producido con un generador atóxico, fiable y que permita mediciones precisas.
La ozonoterapia es un tipo de medicina alternativa (sin evidencia científica) que pretende, entre otros objetivos, la saturación de oxígeno en el organismo a través de la insuflación de una mezcla de oxígeno y ozono al cuerpo por diversas vías.
Se sugieren varios métodos para introducir la mezcla de gases al cuerpo, los presuntos beneficios de esta terapéutica incluyen el tratamiento de diversas enfermedades incluyendo cáncer, VIH, esclerosis múltiple, entre otras.
No existen pruebas creíbles en publicaciones revisadas por iguales que respalden el uso del ozono como un tipo válido de tratamiento médico, aunque en la actualidad existen metaanálisis publicados en revistas indexadas de alto impacto que confirman su utilidad para el tratamiento de la hernia discal lumbar.
En la Unión Europea los generadores de ozono para uso médico son considerados productos sanitarios. En España cuentan con la calificación II-b y deben contar con la preceptiva certificación.
El ozono médico se produce a partir de oxígeno medicinal y está formado por una mezcla de un 5%, como máximo, de ozono y un 95% de oxígeno, ya que dosis superiores han demostrado ser tóxicas para todos los tejidos.
La dosis total de ozono usada se expresa en microgramos (μg) y es el equivalente al volumen del gas (mL) multiplicado por la concentración de ozono (μg/mL). En estudios ambientales se utiliza la unidad parte por millón de volumen como unidad de medida (ppm).
¿Cuáles son sus propiedades?
- Protección y estimulación de los mecanismos antioxidantes endógenos
- Mejora las defensas del sistema inmunitario
- Aumento de la oxigenación sanguínea activando la liberación del oxígeno en los territorios isquémicos (zonas que presentan problemas de circulación arterial)
- Aumento de la flexibilidad de los glóbulos rojos
- Antiálgico (calmante del dolor)
- Antinflamatorio
- Estimulante de la cicatrización de úlceras
- Acción bactericida, fungicida y de inactivación viral que se realiza mediante la oxidación de los microorganismos
- Mejora el metabolismo de la glucosa, interviene en el metabolismo de la proteína y transforma los ácidos grasos insaturados en compuestos hidrosolubles
Historia de la ozonoterapia
En 1856, tan solo 16 años después de su descubrimiento, el ozono fue utilizado por primera vez para el cuidado de la salud para desinfectar quirófanos y esterilizar material quirúrgico.
Para finales del siglo XIX se utilizó el ozono para potabilizar agua y eliminar sus microorganismos, fue difundido este proceso en Europa continental.
En 1892 «The Lancet» publicó un artículo describiendo la administración de ozono para el tratamiento de tuberculosis.
Durante la Primera Guerra Mundial se usó el gas ozono para la limpieza y desinfección de heridas.
Esta forma de tratamiento está muy extendida en el centro de Europa, sobre todo en Alemania, Austria y Suiza, habiendo sido tratados un gran volumen de pacientes, pero en muchas ocasiones de forma totalmente empírica.
La indicación de tratamiento mediante ozonoterapia de la hernia discal es la que dispone de un nivel de evidencia más elevado.
Este tratamiento ha permitido incluir de forma oficial a la ozonoterapia en la cartera de servicios de las unidades de dolor en España.
A partir de los años 80 del siglo pasado se generalizó mundialmente el concepto de la Medicina Basada en la Evidencia (MBE del inglés Evidence Based Medicine), que consideraba insuficiente el razonamiento fisiopatológico tradicional hasta el momento para tomar decisiones clínicas.
Como pioneros en el desarrollo de la MBE se reconocen los trabajos publicados de Archie Cochrane, John Wennenberg, Iván Ilich y Thomas McKeown a partir de los años 70.
Los puntos para considerar por la MBE son:
- La búsqueda y hallazgo de la literatura biomédica original y relevante, su lectura crítica y correcta interpretación para establecer su nivel real de evidencia.
- La experiencia clínica y el conocimiento sistemático del contexto de esa experiencia.
- Las preferencias del paciente.
La colaboración Cochrane es una organización sin ánimo de lucro. La integran alrededor de 11 500 investigadores de unos 90 países que aplican un proceso de revisión sistemático y riguroso de las publicaciones sobre la salud.
Los resultados se publican regularmente en la Cochrane Library. Algunos consideran que junto al Código de Núremberg y la Declaración de Helsinki, el concepto de MBE sentó las bases para una verdadera revolución social en el campo de la medicina del siglo pasado.
Uso propuesto y evaluación científica
Ozonoterapia o terapia de ozono se maneja en la medicina desde hace bastante tiempo para lidiar diferentes enfermedades y padecimientos. Inicialmente, comenzó a utilizarse en el tratamiento de lesiones deportivas.
No obstante, tiene muchos beneficios que desafortunadamente en muchos países, ha tenido poca divulgación y relevancia.
La ozonoterapia consiste en la introducción o insuflación de la mezcla de oxígeno y ozono al organismo por diversos medios.
Usualmente añadiendo a la mezcla distintas sustancias como otros gases o líquidos e insuflándolos al cuerpo por medios que incluyen el recto, la vagina, intramuscular (en distintos músculos), de manera subcutánea (dentro de la piel), o intravenosa (directamente en las venas).
El ozono también puede administrase por medio de auto hemoterapia, en donde la sangre es extraída del paciente, expuesto a la mezcla oxígeno-ozono para después reintroducirse al torrente sanguíneo del paciente.
Se utilizan diferentes vías, parenterales y tópicas, para administrar el ozono sin que tenga efectos tóxicos en el organismo.
Para facilitar la aplicación del gas sin efectos secundarios, éste se mezcla con agua bidestilada o aceita de oliva o girasol, obteniendo respectivamente agua y aceites ozonizados.
En todo caso, hay que utilizar productos sanitarios específicos, si los hay, o resistentes al ozono.
El ozono se disuelve inmediatamente en el agua del organismo, tanto en el plasma como en los fluidos extracelulares debido a que su solubilidad es diez veces superior a la del oxígeno.
Esto permite la reacción inmediata con los compuestos y biomoléculas solubles presentes en estos fluidos.
Es por ello por lo que, cuando la sangre humana es expuesta a dosis no tóxicas de oxígeno-ozono, ambos gases se disuelven en el plasma, pero mientras que el oxígeno se equilibra entre la fase gaseosa y el plasma al reaccionar apenas con ninguna substancia, el ozono no puede equilibrarse ya que reacciona de forma inmediata con biomoléculas presentes en el plasma y se agota totalmente.
La reacción del ozono implica varios procesos fundamentales que tienen lugar al mismo tiempo:
Una pequeña parte de la dosis de ozono se consume en la oxidación de sustancias antioxidantes naturales: ácido ascórbico, ácido úrico, grupos sulfidrilo del GSH, proteínas y glicoproteínas presentes en el agua del plasma.
Este hecho explica que una dosis muy baja de ozono puede ser ineficaz o equivalente a placebo. Concentraciones de ozono por debajo de 15 μg/mL son inactivadas por los antioxidantes del plasma en la mayoría de los individuos.
No obstante, los diferentes tejidos del organismo tienen distinta capacidad antioxidante y, por tanto, la dosis mínima y máxima varía de uno a otro.
El ozono tiene una gran afinidad por los dobles enlaces carbono-carbono (C=C) presentes en algunos compuestos orgánicos, como los ácidos grasos insaturados.
Estas moléculas viajan en el plasma habitualmente en forma de triglicéridos, unidas a lipoproteínas plasmáticas, ya que no son solubles en el agua; pero una parte se encuentra unida a la albúmina en forma de AGI libres, que son los AGI que reaccionan con el ozono.
La mayor parte del ozono se consume en una reacción de adición a los dobles enlaces carbono-carbono de los ácidos grasos insaturados, conocida como Reacción de Criegee.
Esta reacción en condiciones fisiológicas hidrofílicas genera aldehídos, alfa-hidroxi-hidroperóxidos, conocidos como productos de oxidación lipídica (POLs) y especies reactivas de oxígeno (ERO) especialmente peróxido de hidrógeno (H2O2), con un carácter oxidante mucho menor que los peróxidos generados por el metabolismo aeróbico y con poca tendencia a la formación de radicales libres.
Es importante destacar que estas reacciones, por ser molécula a molécula, se terminan rápidamente, con el agotamiento del ozono suministrado, por lo que el estrés oxidativo que se produce es fácilmente controlable, a diferencia del estrés oxidativo crónico patológico que genera una reacción en cascada que se retroalimenta.
Esta reacción es la responsable de los efectos biológicos y terapéuticos del ozono, mientras que las ERO, fundamentalmente el H2O2, son responsables de los efectos biológicos inmediatos con un estrés oxidativo leve, controlado, agudo y transitorio, pues su vida media de minutos/segundos, los POLs son los efectores tardíos y llegan al sistema vascular y a prácticamente todos los órganos, con una vida media de días.
Incluso una dosis alta de ozono (16 000 μg para 200 mL de sangre venosa —concentración de 80 μg/mL—) nunca sobrepasa la capacidad antioxidante del plasma y no produce daño a las células sanguíneas.
La respuesta terapéutica alcanzada con la ozonoterapia tras un estrés oxidativo repetido y controlado puede ser considerada como un efecto precondicionante capaz de re-equilibrar y potenciar el sistema redox alterado en algunas patologías.
La molécula de ozono puede ser sintetizada de forma natural por algunas células de nuestro organismo, como los leucocitos activados que producen ozono en determinadas circunstancias.
En este caso, tiene un efecto bactericida directo, pues debilita la membrana del microorganismo e induce su muerte.
Partiendo de esa reacción del ozono, según el tejido dónde se administra, sus metabolitos (ERO y POLs) producen distintos efectos, que han sido estudiados en laboratorio sobre muestras biológicas y animales de experimentación.
¿Qué es el ozono?
El ozono (O3) es un gas inestable, que está formado por 3 átomos de oxígeno (O).
Mientras que el ozono médico es una mezcla de un 5% como máximo de ozono y un 95% de oxígeno.
Fue usado por primera vez en medicina durante la primera Guerra Mundial para la limpieza y desinfección de las heridas.
¿Qué propiedades tiene el ozono?
El ozono médico tiene propiedades antisépticas (es uno de los más potentes germicidas, actuando frente a hongos, bacterias y virus), analgésicas y antiinflamatorias, modulando y estimulando al sistema inmunológico y además mejora la circulación periférica y la oxigenación de los tejidos debido a que favorece la cesión de oxígeno por parte de la hemoglobina.
¿Para qué se utiliza el ozono?
El ozono resulta útil en un amplio número de patologías, tanto de forma aislada como en tratamientos combinados, como la aplicación de ozonoterapia y revascularización (restablecimiento del flujo sanguíneo) en el tratamiento del pie diabético.
¿Dónde puede ser aplicado? ¿Para qué sirve?
Principalmente para el tratamiento del dolor y las inflamaciones crónicas.
Además, puede ser muy útil en el tratamiento de pacientes que sufren procesos relacionados con la alteración del balance de oxido-reducción celular, es decir, con exceso de radicales libres.
Entre estos figuran, fundamentalmente, la inflamación crónica de cualquier naturaleza, los procesos inmunitarios, los procesos isquémicos y los procesos infecciosos.
Retardos en la cicatrización:
Debido a lesiones postraumáticos (caídas, accidentes), heridas postquirúrgicas (suturas que no terminan de cicatrizar) y por radiación.
Úlceras por trastornos circulatorios:
Úlceras venosas, úlceras arteriales o úlceras por presión también llamadas úlceras de decúbito.
Arterioesclerosis:
La arterioesclerosis es una enfermedad que afecta a todas las arterias del cuerpo. Una de sus principales manifestaciones es la disminución del calibre de los vasos, disminuyendo así el aporte de oxígeno.
Fibromialgia reumática:
Es un tipo de reumatismo articular caracterizado por dolor crónico de los músculos, ligamentos y tendones, fatiga, alteraciones del sueño y jaqueca.
La ozonoterapia constituye una alternativa en el tratamiento de esta enfermedad.
La administración puede ser a través de pequeñas cantidades de ozono en los puntos de dolor, logrando un efecto analgésico local o por vía sistémica a través de la vena.
Hernias discales:
En la hernia de disco, parte del disco intervertebral (núcleo pulposo) se desplaza hacia la raíz nerviosa, la presiona y produce lesiones neurológicas derivadas de esta presión.
Las primeras medidas para tratar una hernia de disco son conservadoras, con reposo, analgésicos, antiinflamatorios, fisioterapia, etc.
Cuando no hay repuesta a este tratamiento, la ozonoterapia discal estaría indicada.
Patología osteoarticular:
Debido a su gran poder antiinflamatorio y analgésico, el ozono ha resultado ser de gran utilidad en dolores articulares.
Estimulación de la circulación de la sangre:
El ozono cura porque mejora el metabolismo en forma integral. Por un lado, la circulación sanguínea mejora en los tejidos afectados. Por otro, el transporte de oxígeno y, por lo tanto el suministro de energía a las áreas inflamadas, es mejorado.
Así mismo, al activar la circulación sanguínea, se favorece la desintoxicación del hígado y se reducen los niveles de colesterol y ácido úrico, ayudando a eliminar los componentes sólidos de la sangre.
Las aplicaciones sucesivas de ozono médico a nivel general (sistémicas) redundan en un aumento significativo del aporte de oxígeno en todas las células del organismo, lo que supone, a grandes rasgos, una mejora en la capacidad celular para autorrepararse, decreciendo sustancialmente el daño celular por falta de oxigenación, independientemente de la enfermedad subyacente.
Activación del sistema inmunológico
El sistema inmunológico es estimulado de forma positiva por el ozono médico.
Por un lado, los productos fruto de la descomposición del ozono se comportan como activadores biológicos de los monocitos y los linfocitos T, produciendo una liberación progresiva de citocinas como el interferón (IFN) gamma y beta, el factor de necrosis tumoral (FNT) y varios tipos de interleucinas (IL) que potencian la capacidad de nuestro sistema defensivo, en beneficio de enfermedades de tipo alérgico-autoinmune como son la psoriasis, el asma o la artritis reumatoide.
Por otro lado, el ozono también tiene un efecto vacuna, por cuanto fragmentos de virus, parcialmente destruidos, pueden funcionar como estímulo en la producción de anticuerpos.
Además, como el ozono induce a una mayor agresividad de los leucocitos, hace que los virus sean atacados más rápidamente y con mayor fuerza.
Actividad germicida general.
El ozono médico también actúa como antiinfeccioso, con potentes propiedades fungicidas, bactericidas y viricidas, ya que, al no poder ser inactivado por sistemas enzimáticos, actúa sobre cualquier tipo de agresor.
Estimulación de las defensas enzimáticas.
El ozono es capaz de potenciar el sistema antioxidante y corregir el desequilibrio en el sistema Redox.
Distintos trabajos científicos han evidenciado que el ozono estimula la producción de las tres enzimas que conforman la principal defensa del organismo antes los radicales libres: la superóxido dismutasa, la catalasa y la glutatión peroxidasa.
El oxígeno es muerte y vida, ya que la llegada de oxígeno a las células lleva consigo la formación de radicales libres y el equilibrio entre producción y eliminación de estos (sistema Redox) depende, en gran medida, del buen funcionamiento de las enzimas antioxidantes.
Así, el ozono actuaría limpiando los desechos celulares que se acumulan a lo largo de la vida y en situaciones de estrés mediante la neutralización de los radicales libres.
De acuerdo con este concepto, la ozonoterapia preventiva tendría un “efecto de antienvejecimiento celular”, ya que el concepto actual de envejecimiento está basado en el acumulo de radicales a nivel intracelular (estrés oxidativo).
Estas conclusiones pueden tener una implicación práctica importante, ya que las infecciones virales crónicas, el cáncer, las autoinmunodeficiencias y los trastornos neurodegenerativos están acompañados por un estado pro-oxidante con un progresivo deterioro de la desintoxicación intracelular.
Regeneración de los tejidos
El ozono ha demostrado tener un efecto estimulante en el sistema reticuloendotelial, siendo capaz de reparar y de recuperar la pared interna de los pequeños vasos sanguíneos, consiguiendo un alto grado de eficacia en la recuperación de las úlceras en pacientes diabéticos.
También ha demostrado un efecto beneficioso sobre el óxido nítrico, crucial en mantener a niveles óptimos la dilatación capilar y del flujo sanguíneo.
Sintesis y liberación de autacoides.
Una serie de sustancias como la histamina, serotonina, bradiquininas y los eicosanoides (prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos) se denominan autacoides (que auto-alivian).
No existen depósitos de ellos en las células, sino que se sintetizan y liberan localmente, metabolizándose con rapidez y siendo sólo detectables por cortos periodos de tiempo.
Tienen un amplio espectro de efectos en el organismo, aunque cabe destacar su papel como mediadores químicos de la inflamación.
El ozono jugaría un papel importante como agente antiinflamatorio, analgésico y vasodilatador, al mantener el adecuado balance entre los eicosanoides con efectos beneficiosos y aquéllos que originan efectos perjudiciales.
Regulador metabólico.
Distintos estudios has demostrado la acción reguladora del ozono sobre el metabolismo del organismo humado y, por tanto, de los diferentes parámetros bioquímicos utilizados para cuantificarlo.
Así, por ejemplo, valores patológicos de los mismos (colesterol, triglicéridos, creatinina, ácido úrico, glicemia, etc.) se han normalizado al final de los ciclos de tratamiento y aquellos con valores normales se mantienen a lo largo del mismo.
Hay evidencias clínicas que validan a la ozonoterapia como un tratamiento que mejora la calidad de vida de los pacientes con diabetes, hasta el extremo de que a algunos insulinodependientes se les ha podido disminuir la dosis de insulina entre un 30 a un 50 %, debido a la capacidad del ozono para potenciar el glicólisis celular (aprovechamiento del azúcar).
Este conjunto de beneficios hace que las aplicaciones terapéuticas también sean muchas y para distintas enfermedades, siendo útil en distintas áreas de la medicina:
- Dermatología y angiología: Heridas, quemaduras, úlceras infectadas de evolución tórpida o de difícil cicatrización (pie diabético) e insuficiencia venosa (tromboflebitis).
- Enfermedades infecciosas de origen vírico (hepatitis o herpes) o causadas por hongos (micosis).
- Oftalmología: Retinosis pigmentaria, glaucoma y maculopatías.
- Reumatología, traumatología y rehabilitación: Hernias discales, fibromialgia y artritis.
- Enfermedades alérgico-autoinmunes: Psoriasis, artritis reumatoide, asma, urticaria y prurito (picor) cutáneo.
- Oncología: Coadyuvante en la radioterapia.
- Medicina estética: Como agente rejuvenecedor de la piel (efecto antiaging) y para el tratamiento de lipodistrofias localizadas (celulitis).
- Ginecología: Vulvovaginitis y vaginitis de origen micótico o bacteriano.
- Neurología: Coadyuvante en el tratamiento de cefaleas vasculares, la esclerosis cerebral y el parkinson.
- Gastroenterología: Colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, colon irritable, hemorroides, fisuras y fístulas anales.
- Psiquiatria: Alivio del estado general con aumento de la vitalidad, acción antidepresiva y mejora del sueño.
- Odonto-estomatología: Coadyuvante en el tratamiento de la enfermedad periodontal, aftas bucales, herpes labial y las periimplantitis.
- Geriatría: La ozonoterapia está considerada como una herramienta terapéutica importante para aumentar la calidad de vida de los pacientes ancianos con neumonía, asma bronquial, diabetes o hipercolesterolemia. Así mismo, aumenta la oxigenación cerebral y mejora los síntomas de pérdida de memoria, la dificultad circulatoria en piernas y el cansancio.
Otros beneficios de la ozonoterapia
- Ozonoterapia o terapia de ozono contribuye a la circulación y oxigenación en la sangre, ayuda a la desintoxicación, disminuye el colesterol y triglicéridos.
- Mejora la calcificación de los huesos.
- Ayuda a tener altas las defensas contra infecciones, cáncer y alergias.
- Auxilia al cuerpo humano a llevar mejor diferentes tratamientos, tales como: la quimioterapia y la radioterapia.
- Apoya como regenerador de los tejidos.
- Asiste en recuperarse de la artrosis, hernia discal, pie diabético, úlceras varicosas, hepatitis, cirrosis, colitis ulcerativa, amigdalitis crónica, prostatitis, infecciones urinarias crónicas, entre otras.
- Personas que padecen de fibromialgias son candidatos a este tratamiento porque disminuye los dolores.
- Las hernias de disco que han manejado la Ozonoterapia o terapia de ozono, como tratamiento han sido favorable y evitado intervenciones quirúrgicas. Usualmente se trata con la misma, artrosis con personas mayores.
Ozonoterapia o terapia de ozono, en conjunto de un tratamiento en cámaras hiperbáricas, ofrece a las personas que practican deportes y demás mexicanos que padecen de una lesión muscular o algún inconveniente óseo causada o ya sea por el desgaste de los cartílagos en los huesos, osteoporosis y artrosis, etc. este tipo de terapias ayuda a recuperarse.
Por ello, el Ozonoterapia o terapia de ozono se maneja en distintas dolencias (lesiones deportivas, problemas en las articulaciones y hernias de disco, cáncer, problemas de piel, estrés y gastritis, etc.) ya que es un tratamiento alternativo que favorece la calidad de vida de las personas sobre algún padecimiento o enfermedad.
¿Cómo funciona la ozonoterapia?
Básicamente, el ozono médico tiene “efecto vacuna” sobre el organismo, ya que estimula las defensas antioxidantes mediante la provocación de una pequeña oxidación controlada (pre-acondicionamiento oxidativo celular).
Esta estimulación carece de riesgo, pues los generadores modernos son incapaces de generar dosis mínimamente tóxicas.
Se ha demostrado que el pre-acondicionamiento oxidativo pone en marcha moléculas de nuestras células que activan los genes destinados a la reparación y defensa celular, tales como los antioxidantes, los antiinflamatorios, los antitumorales o los reoxigenantes.
Hay diferentes alternativas de aplicación del ozono (Ozonoterapia o terapia de ozono), por ejemplo: a través de intramuscular (autovacuna), rectal, endovenosa, estética y por medio de infusión sanguínea. La más robusta es la auto hemoterapia mayor, porque conlleva en una transfusión de 300 a 400 ml. de sangre, para quienes presentan leucemia.
Se hace el cruce con ozono y se ejecuta la transfusión que logra que el cuerpo humano presenta de todas las transformaciones en la persona con este padecimiento. Para mexicanos que presentan cáncer, el ozono ayuda a resguardar lo bueno del cuerpo, por tanto, cuando se comienza la quimioterapia, ésta solo ataca lo malo.
¿Cómo se aplica la ozonoterapia?
Se puede administrar por cualquier vía, según la indicación, salvo la inhalada: queda terminantemente prohibido respirar ozono.
Generalmente es infiltrado en medicina del dolor, ayudando a regenerar y desinflamar músculos, tendones, ligamentos, discos intervertebrales y articulaciones.
Por vía tópica se usa para favorecer los procesos de cicatrización de heridas.
Mediante la aplicación sistémica (enemas rectales o por vía endovenosa indirecta) es usado para el tratamiento complementario de numerosas enfermedades y tiene gran futuro en medicina preventiva.
Las concentraciones y modo de aplicación varían enormemente en función del problema a tratar, ya que la concentración de ozono determina el tipo de efecto biológico que produce y el modo de aplicación marca su ámbito de acción en el organismo.
Vía Endovenosa:
Por punción venosa a nivel del brazo, se mezcla en un circuito cerrado y estéril la sangre del paciente con el ozono a una concentración determinada y se vuelve a introducir, distribuyéndose por todo el sistema circulatorio, logrando efectos beneficiosos a nivel sistémico, aportando a los tejidos gran cantidad de oxígeno.
Local:
Mediante la aplicación de una campana de vidrio o una bolsa de plástico que rodea la zona a tratar. Se introduce en el interior de esta una cantidad constante de la mezcla de ozono/oxígeno en diferentes concentraciones.
Micropunción:
Inyecciones Subcutáneas, Intramusculares o Intraarticulares:
Consiste en inyectar, mediante la infiltración, pequeñas cantidades de la mezcla ozono/oxígeno directamente en la zona a tratar.
Beneficios de la ozonoterapia
En la actualidad, disponemos de un soporte científico sobre los beneficios de la ozonoterapia, tanto a nivel preclínico como clínico, sobradamente avalado por publicaciones en revistas de prestigio.
Los beneficios de la ozonoterapia debidamente aplicada sin riesgo es una realidad médica suficientemente avalada que puede usarse para mejorar la calidad de vida en enfermedades críticas, siempre complementando a la medicina clásica.
¿Puede ser indicado en cualquier persona?
El ozono NO presenta efectos secundarios de ningún tipo, sin embargo, existen algunas situaciones en las que su uso está restringido como son el favismo, el hipertiroidismo con nódulos activos, discrasias sanguíneas severas, intoxicación alcohólica aguda, infarto cardiaco agudo y el embarazo.
¿Qué ofrece la Unidad de Ozonoterapia?
La Unidad de Ozonoterapia ofrece diferentes tratamientos basados en la aplicación de una mezcla de ozono/oxígeno para diversas patologías, siendo ésta una técnica que ofrece múltiples ventajas entre las cuales destaca ser un método seguro, natural, ambulatorio y que ofrece la posibilidad de repetir los ciclos de tratamientos según la necesidad de cada paciente.
Las principales indicaciones de la ozonoterapia son: / Qué enfermedades cura
La ozonoterapia es un tratamiento complementario a numerosas enfermedades crónicas que, desgraciadamente, no tienen curación.
Dada su excelente tolerabilidad y su mínimo riesgo es ideal para mejorar la calidad de vida en pacientes con dolor crónico (máximo nivel de evidencia científica) y en procesos infecciosos, isquémicos y autoinmunes.
Todos los estudios de seguridad (Tolerabilidad, teratogenicidad y carcinogenicidad) han sido realizados siguiendo las normativas de la Food and Drug Administration estadounidense (FDA), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y de la Agencia Reguladora Cubana, una de las más prestigiosas del mundo.
En estudios preclínicos, más de 60 publicaciones avalan su inocuidad y eficacia como protector en modelos de daño renal, hepático, cerebral, cardíaco, pancreático, intestinal, óseo y muscular.
Diferentes grupos de investigación han publicado estudios clínicos demostrando ser útil y muy bien tolerado en enfermedades cardio y cerebrovasculares, neurológicas, oftalmológicas, neumológicas, digestivas, metabólicas, reumatológicas, odontológicas, etc.
Cabe destacar la publicación de una serie de trabajos que demuestran su interés como adyuvante a los tratamientos del paciente oncológico, tanto como protector ante los daños de la quimio y radioterapia, como por mejorar la inmunidad y favorecer la curación de heridas complicadas.
Heridas y retardos de cicatrización.
Es la indicación más antigua de la ozonoterapia. Las úlceras venosas y el pie diabético son las indicaciones más claras. Forma de administración: Tópica y/o sistémica.
Hernia discal.
En aquellos pacientes en los que la cirugía no esté indicada y el tratamiento farmacológico habitual sea insuficiente. Forma de administración: intradiscal y/o infiltración en musculatura paravertebral.
Artrosis.
Indicado para disminuir los síntomas de la artrosis y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Forma de administración: intra-articular.
Arteriosclerosis periférica.
Sobre todo, en fumadores y pacientes diabéticos. Forma de administración: sistémica (habitualmente autohemoterapia). Saber más de una Autohemoterapia
Proctitis hemorrágica.
En pacientes tratados con radioterapia. Forma de administración: intrarrectal.
Vulvovaginitis de repetición.
Indicado solo en el caso de infecciones recidivantes y crónicas y resistentes al tratamiento farmacológico habitual. Forma de administración: intravaginal.
Enfermedades bucodentales.
Periodontitis e infecciones crónicas y recurrentes de la cavidad oral. Forma de administración: agua ozonizada.
Fístulas.
Postquirúrgicas, postradiación. Forma de administración: insuflación a través de catéter de pequeño diámetro.
Un amplio número de patologías pueden ser tratadas con ozonoterapia: arteriosclerosis, diabetes, enfermedades inflamatorias, autoinmunes y, en general, todas aquellas que cursen con un déficit de aporte de oxígeno a nivel de los tejidos o un desequilibrio entre oxidantes y antioxidantes, generando estrés oxidativo crónico. Forma de administración: autohemoterapia o intrarectal.
Esta terapia ha sido propuesta para su uso en diversas enfermedades, incluyendo cáncer, sida, esclerosis múltiple, artritis, enfermedades cardiovasculares, Alzheimer, enfermedad de Lyme, entre otras.
Uno de los mecanismos propuestos para el tratamiento del cáncer proviene de la teoría que propone que las células cancerosas no crecen ni se desarrollan en ambientes ricos en oxígeno.
A acción del ozono es aumentar la saturación del oxígeno en el cuerpo y por lo tanto ayudará en tratar la neoplasia.
Para tratar el VIH/SIDA, el ozono desactiva las partículas virales, las pruebas que se han hecho han sido en ambientes invitro.
Un informe crítico publicado en 2001 concluye que la ingestión, infusión o inyección de ozono, que reacciona con la sangre a formar peróxido de hidrógeno, no puede reoxigenar los tejidos del cuerpo porque el metabolismo de un adulto de 60 kg requiere de 200 a 250 mL de oxígeno por minuto, necesidad que resulta cubierta por la respiración normal (J.H. Comroe Jr and R.D. Drips, A Monograph: The Physiological Basis for Oxygen Therapy. (Charles C Thomas, Springfield Ill 1950)).
Cada litro de sangre que sale de los pulmones lleva unos 200 ml de oxígeno, de los cuales unos 50 mL son absorbidos cuando pasa a través de los capilares en los tejidos.
Durante una sesión de ozonoterapia convencional la cantidad de oxígeno que proviene de la descomposición del ozono no sobrepasa los 4 ml por hora (unos 0,7 mL por minuto), por lo que la posible contribución a la oxigenación de los tejidos es insignificante al compararse con la del oxígeno que proviene de la respiración (R.F. Moran, Oxygen saturation, content and the dyshemoglobins. Part I. Ciba-Corning News ll (1990)17).
Es conocido que diversos encargados de proyectores de cine expuestos niveles excesivos de ozono, como un subproducto de las lámparas de arco de carbono utilizadas en los proyectores, desarrollaron lo que era conocido como “pulmones de proyeccionista”.
El ozono causó un deterioro de las membranas inferiores de los pulmones.
La FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos realizó estudios que demuestran que el ozono puede llegar a ser dañino al tejido pulmonar al ser inhalado directamente.
Se han reportado metaanálisis estadísticos con resultados favorables para la aplicación percutánea de ozono en el dolor de espalda.
Un metaanálisis publicado en 2009 concluye que la inyección local de ozono es efectiva para mitigar el dolor y ayudar en la recuperación de pacientes con hernia de disco o discólisis.
Sin embargo, el estudio no menciona la existencia de grupos de control o las concentraciones También comenta que el ozono tiene efectos analgésicos y antiinflamatorios y un estudio clínico publicado en 2016 encontró resultados positivos en pacientes con artritis reumatoide tratados con metotrexato + ozono, comparados con el grupo control que solo recibió tratamiento con metotrexato.
Seguridad y protección al paciente
La mayor parte de la preocupación acerca de la ozonoterapia surge alrededor de la ozonización de la sangre.
Es bien conocido que cuando los mamíferos inhalan el ozono, éste reacciona con compuestos en los tejidos que revisten los pulmones iniciando una cascada de efectos patológicos.
Saul Green ha argumentado que, ya que el ozono tiene la capacidad de oxidar compuestos orgánicos en un ambiente atmosférico, debe también lógicamente oxidar componentes de la sangre y tejidos endógenos humanos.
Cuando es infusionado con sangre humana, el ozono puede llegar a producir EROS (especies reactivas del oxígeno) o radicales libres, un exceso de estos es conocido que causa estrés oxidativo y daño celular, y está implicado en la progresión de ciertas enfermedades crónico-degenerativas.
Parece probado que altos niveles de ozono inhalado pueden tener efectos tóxicos, aunque niveles bajos y controlados pueden no llegar a serlo.
Los artículos sobre ozonoterapia nunca mencionan valores numéricos ni límites tolerables; tampoco los posibles efectos secundarios o colaterales, como es usual en cualquier medicamento convencional.
Según un texto clásico de los EE. UU., un fármaco es “…cualquier sustancia que produce efectos medibles o sensibles en los organismos vivos y que se absorbe, puede transformarse, almacenarse o eliminarse”, pero un artículo avalado por la presidencia de la Asociación Española de Profesionales Médicos considera que “…el ozono no es un fármaco y como tal no provoca efectos colaterales”.
Contraindicaciones de la ozonoterapia
Las contraindicaciones de la ozonoterapia son mínimas y la prevención del dolor es su mejor antídoto.
Todos los autores coinciden en la seguridad de los tratamientos con ozonoterapia, especialmente ahora que se dispone de máquinas modernas de gran precisión.
Como contraindicaciones relativas para la ozonoterapia sistémica estarían el hipertiroidismo no controlado, la trombocitopenia, la inestabilidad cardiovascular severa y los estados convulsivos.
Tampoco es conveniente, por prudencia médica, aplicar la ozonoterapia sistémica a pacientes embarazadas.
Indudablemente, la ozonoterapia ha de ser practicada por un médico experto, y un diagnóstico del estado prooxidante-antioxidante del paciente sería deseable.
Las contraindicaciones de las que existe evidencia científica son formas mayores de favismo, enfermedad hemolítica causada por un déficit de la G-6PD.
Para la FDA, el ozono es efectivo como un germicida del aire en una concentración que es mucho mayor a lo que es tolerado de manera segura por el hombre y animales. «La inhalación de ozono puede causar suficiente irritación en los pulmones para producir un edema pulmonar», afirma.
De este modo, muchos equipos ozonizadores no tendrían ningún efecto germicida y otros podrían ser perjudiciales para la salud si el contenido de ozono que emiten es mayor al aceptable.
Efectos adversos de la ozonoterapia
La incidencia de efectos adversos de la ozonoterapia es una de las más bajas encontradas en medicina, estimándose en tan sólo el 0,0007 % en forma de nauseas, dolor de cabeza y cansancio.
En general, es una terapia muy segura (de realizarse correctamente y a las dosis recomendadas), fácil de aplicar y bien aceptada por la mayoría de los pacientes.
La ozonoterapia contra el COVID
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Más información de la ozonoterapia
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La ozonoterapia en combinación con terapias de energía.
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