La pareja como espejo
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Antes de leer este post La pareja como espejo, trae a tu mente por un momento a tu pareja. ¿Qué fue lo que hizo que te enamoraras?
Piensa en todas aquellas cualidades que más amas de él o de ella.
Ahora trae a tu mente lo que más te molesta.
Te sorprenderá saber que aquello que ves en los demás tiene más que ver contigo que con ellos.
Tenemos cualidades y dones que hemos reprimido por alguna razón, así como defectos de carácter que rechazamos y/o negamos.
Por lo tanto, dejamos de tener conciencia y nos volvemos ciegos ante ellos.
Para nuestra fortuna existe una ley conocida como “La ley del espejo”, la cual dice que cuando miramos a una persona o a una situación, nos estamos viendo a nosotros mismos.
La ley del espejo
Todo lo que percibimos pasa por el filtro de nuestro marco de referencia interno, compuesto por tus ideas, pensamientos, creencias, valores y referencias del pasado.
La pareja es un espejo amplificado, la cual refleja nuestras luces y también nuestras sombras.
Cuando no hay conciencia de esto, se suele culpar, juzgar, responsabilizar y exigir al otro-
Las consecuencias pueden ser: divorcios, rupturas y situaciones de conflicto que se repetirán en las relaciones venideras, pues de nada sirve cambiar de barco si no se sabe navegar.
Cuando se hace conciencia de que, para conocerse realmente, se tiene que ver uno mismo en el otro, se da cuenta de que aquello que se ama de la pareja está en uno mismo también pero no se ha permitido expresarlo.
Aquello que se le exige que haga, que cambie, o que dé, es aquello no hacemos, que no cambiamos y que negamos en nuestra propia vida, lo que nos duele, nos ofende y nos molesta, resuena con las partes de nuestra historia que rechazamos y que no hemos sanado.
Detrás de cada pareja, hay una función profunda, más allá de la unión de dos personas, se da el encuentro entre dos árboles genealógicos.
Nuestra elección de pareja es motivada por el inconsciente familiar, el cual nos coloca con la persona que tiene las claves para que se dé la toma de conciencia necesaria para la sanación de los temas generacionales no resueltos de cada sistema.
En la pareja como espejo nos buscamos a nosotros mismos
En ocasiones, en una pareja nos vamos buscando a nosotros mismos, es decir, buscamos una persona que haría por nosotros lo que nosotros seríamos capaces de hacer por esa persona (pero que nosotros no hacemos por nosotros).
A nuestra vida llegará la pareja que nos refleje mejor y nos ayude (si estamos abiertos a aprender) a darle luz a esas sombras en nuestro interior para poder sanar malos hábitos y viejas heridas.
Una pareja no está para hacernos felices, pues ésa es nuestra responsabilidad, está para hacernos conscientes, pues sólo de la conciencia y el conocimiento puede nacer el amor verdadero.
Oración de liberación de la pareja
No hay nada que perdonar, sino comprender.
Te tengo que agradecer por representar ese papel de tirano que yo necesite para poder sanar mi pasado infantil.
Gracias a ti fui develando partes ocultas de mí, que yo desconocía.
No hay nada que perdonar porque comprendo en el lugar que estás.
Y en el lugar que me encuentro.
Entendiendo que eres mi reflejo, mis zonas oscuras, mis debilidades y mis miedos.
Te agradezco por haber sido mi maestro.
Me llevaste a lugares de mi alma, a los que, sin ti, jamás hubiera ido.
Me ayudaste a reconocer mis demonios internos.
No hay nada que perdonar, en realidad la que te pide perdón soy yo…
Por haberte usado como instrumento para que me mostraras mis partes desconocidas.
Hoy comprendo que no hay nada que perdonar.
Te libero de este juego de víctima y victimario que yo cree para no hacerme responsable.
Hoy decido liberarte.
Corto las amarras de rencor que solo dañan el alma y no nos permiten avanzar.
Gracias por cruzarte en mi camino, gracias a ti estoy sanando mi pasado que tan bien supiste proyectarme.
Hoy te libero para liberarme de la soberbia de creer que debo perdonarte.
Te libero para que podamos encontrar la paz que nos merecemos.
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